Sí, sabemos que aún quedan unos cuantos días de verano y hay que aprovecharlos al máximo, pero es una realidad que el otoño está a la vuelta de la esquina. Por este motivo, desde Grupo Canido Veterinarios os traemos unos cuantos consejos sencillos para no descuidar el bienestar de tu gato al comienzo de la nueva estación.

Cuida su pelaje

Es probable que durante el otoño tu gato haga una muda de pelo, por lo que una buena higiene y cepillado nos ahorrarán mucho trabajo a la hora de limpiar pelo por la casa y él ganará en comodidad.

Bolas de pelo

Debemos prestar especial atención a las bolas de pelo que ingiere el gato como resultado de acicalarse, que serán probablemente más numerosas en las épocas en las que se produce la muda.

La lengua rugosa de los gatos funciona como un “peine”, arrastrando con ella el exceso de pelo muerto. Estas bolas de pelo normalmente se eliminan con las heces pero, en algunas ocasiones, pueden provocar vómitos o causar problemas intestinales

Un cepillado adecuado, una alimentación apropiada y, quizá, el uso de malta, pueden ayudarnos y ser unas fabulosas herramientas a la hora de cuidar este aspecto de nuestro animal.

peinando gatoLlega el frío

Observa la temperatura de tu hogar porque, aunque tú pases menos tiempo en casa, puede ser que tu gato necesite ya una mantita o algún complemento que suela utilizar en las estaciones frías.

No descuides el ambiente

Poco a poco se va notando: las horas de luz menguan, el brillo del sol ya no es tan intenso… Si nosotros podemos sentirlo, ellos también. Con el cambio de estación es probable que paulatinamente retomemos nuestra rutina (trabajo, obligaciones varias, vuelta al cole, actividades…) y pasemos algo menos de tiempo en casa en comparación con el período vacacional.

Para que estos factores no perjudiquen el ambiente casero en el que vive tu gato, trata de mantener unas buenas condiciones de luz en tu hogar: no cierres las persianas o cortinas a cal y canto, permite que tu felino pueda aprovechar las horas de luz aunque tú no estés en casa con él.

Y al llegar a casa… No te olvides de que existe, a pesar de haber vuelto a tus preocupaciones, rutinas y ajetreos diarios. Ellos siempre están ahí, esperándonos.