«Sí que está vacunado pero perdí la cartilla», «el chip se lo pusieron de cachorro pero se le debió de caer», «no le doy de mi comida», «está gordo pero no será porque no salgo a correr con él todos los días!»… Y así, una tras otra…
De las anteriores afirmaciones, podríamos casi asegurar que el 85% son mentiras (o el 99%). No pasa nada, no hay que dar al vererinario más explicaciones que las necesarias, pero, en ocasiones, estas «medias verdades» pueden influir negativamante en el diagnóstico de determinadas enfermedades o patologías.
Los animales no pueden comunicarse con el veterinario, y por ello no pueden ofrecernos detalles de su día a día. Detalles tan importantes como la dieta, lo último que ha comido, si lleva una vida sedentaria, si lleva una alimentación saludable o si se ha puesto ciertas vacunas.
Tanto la cartilla como los informes y los datos clínicos, nos aportan mucha información de utilidad a la hora de tratarlos, pero, en múltiples ocasiones, los animales acuden a otro veterinario por diferentes motivos, buscando una segunda valoración, por desplazamiento, por descontento, etc etc. Esto a priori no supone ningún problema, es importante acudir con la cartilla y todos los datos posibles ya que arrojan mucha luz a la hora de diagnosticar, tratar y/o medicar.
Así que recuerda, trae la cartilla, si tiene, aunque sea con una sola vacuna (o ninguna), cuéntanos lo que te preguntemos, sin medias verdades. Estarás favoreciendo nuestro trabajo y atención y lo mejor, estarás haciendo un gran favor a tu mascota.