Trabajos de olfato, una buena opción para esta cuarentena

A raíz de los días que vivimos, la rutina de nuestros perros se ha visto también marcada por el cambio. Probablemente menos paseos, más cortos, diferentes.

Desde AniCura Canido Clínica Veterinaria os proponemos el trabajo del olfato, tanto dentro como fuera de casa, como método para ayudar a nuestros perros a disfrutar de sus momentos de “ocio”.

El uso del olfato baja los niveles de estrés en nuestros perros, los niveles de cortisol bajan poco a poco en perros que son estimulados de esta forma.

¿Por qué? El perro utiliza, a nivel físico y a nivel mental, diferentes herramientas para procesar los olores, manteniendo así su cuerpo y su cerebro en marcha.

Esta práctica les "cansa" mentalmente y les produce satisfacción posteriormente. Algo muy valioso durante cualquier momento, pero indudablemente en los días que vivimos más, ya que ellos también se han visto obligados a modificar sus rutinas. Conseguiremos así que nuestros peludos estén satisfechos y tranquilos, y por consiguiente nosotros también en lo que a ellos respecta.

Perro oliendo su juguete y golosinas

Qué podemos hacer?

  • Deja que tu perro huela, no tengas prisa. Solemos alentar al perro a que siga caminando cuando se paran a oler, pensando que la mejor forma de pasearlo es que camine constantemente. Deja que tu perro se pare, que huela. Para ellos eso es lo mismo que para ti quedar con tus amigos para tomar algo, o leer las noticias en el periódico!
  • Propón juegos de olfato en casa. En este aspecto hay multitud de opciones, desde juegos ya específicamente creados para ellos hasta creaciones caseras que cumplirán la misma función (ojo con piezas pequeñas que se puedan comer o susceptibles de atragantamiento).

Nosotros os proponemos un ejemplo:

Lanza un objeto que reconozca por su olor (un premio de comida, uno de sus juguetes favoritos… algo con lo que esté familiarizado). Una vez que el perro haya comprendido la dinámica comienza a esconder ese objeto que hayas escogido (este paso puede variar, algunos perros conectarán con el juego más rápido que otros). Busca un lugar para esconderlo que no se vea, pero que él pueda encontrarlo y acceder fácilmente.

Por supuesto, al final, un premio a la altura de las circunstancias (saludo efusivo, premio de comida…) ayudará a que tu perro disfrute todavía más con el juego y lo coja con ganas la próxima vez que juguéis.


La cama de nuestro perro

Los perros pasan una gran parte del día en la cama, tumbados y durmiendo. Aproximadamente, un perro duerme 16 horas de media o incluso más en determinadas razas y edades.

Más de media vida durmiendo, o descansando, ya que la mitad del sueño es profundo y la otra mitad es vigilia.

Debido a esa vigilia, nuestro perro necesita muchísimas horas de descanso. Su instinto primitivo es el responsable de que esa fase de vigilia sea tan larga y permanezca atento a los posibles peligros, aunque en nuestro hogar estén completamente protegidos.

Perro con dueña en cama

Es evidente que el sofá y la cama les encanta, y es que es el lugar ideal de descanso para ellos, es cómodo, ligeramente elevado y, además, si están a nuestro lado, estarán más que encantados. En España casi el 20% de los perros duermen en cama con sus dueños, el 42% en Países bajos y el 50% en Estados Unidos. ¡Casi nada!

Pero ¿cuál es la cama ideal de nuestros perros?

Es importante que dispongan de un lugar exclusivo para ellos, aunque después les permitas dormir en el sofá o en la cama. A los perros les gusta tener un lugar al que retirarse a descansar, solos, tranquilos y, sobre todo, protegidos. Su espacio les da muchísima seguridad. Lo ideal sería que ese espacio fuese su cama desde siempre.

La comodidad de la cama es importante, así, por norma general, a los perros de gran tamaño les encantan las camas amplias, mullidas y acolchadas. A los perros pequeños, además de una cama mullidita, les gustan los huecos recogidos, con forma de caseta o iglú en el que "refugiarse".

La facilidad para sacar la cama del hogar es un plus. Si tenemos que mudarnos o tienen que pasar un tiempo fuera de su casa, su cama les va a aportar mucha tranquilidad y ese plus de "antiestrés" al sentirse como en casa.

Elección de la cama

Existen miles de opciones en el mercado, pero no siempre es fácil dar con la cama ideal de nuestro perro. Podemos fijarnos en una serie de características para esa elección: el material, el tamaño, la forma y el grosor.

El material tendrá que ser confortable, sin muchas costuras o adornos molestos, suave y fácil de limpiar y lavar.

Si es un material antialérgico, mejor que mejor. La facilidad para limpiarlo, ventilarlo y lavarlo es fundamental, ya que evitarás la molesta aparición y acumulación de parasitos y pulgas. Recuerda limpiar la cama y ventilarla con regularidad.

Cuidado con la temperatura. Si el hogar es muy cálido, les encantará que el material de la zona de descanso sea lo más fresco posible y no le de mucho calor. Si es fría, el aporte extra de calor que proporcione el material les encantará.

Podemos incluso cambiar el material dependiendo de la estación, en verano más fresquito y en invierno más caluroso.

Perro sentado en cama cuadradaRevisa la parte de abajo de la cama tras horas de sueño, es posible que tenga condensación, se acumule y acabe mojando la cama y dando lugar a la aparición de parásitos. Elevar un poco la cama favorece la ventilación, como en nuestras camas, y evita esa condensación.

Una cama gruesa y no muy dura es, por norma general, su predilección. Actualmente existen materiales extra cómodos, como pueden ser los colchones memory foam y viscoelásticos. Los huesos y articulaciones de tu perro lo agradecerán.

El tamaño de la cama ha de ser adecuado al tamaño actual del perro, es lógico pensar en comprar una camita grande cuando es un cachorro para que le sirva cuando crezca, pero es un error.

Piensa que tu perro busca un espacio donde sentirse protegido y sobre todo un lugar seguro y no lo sienten así cuando en su cama podrían dormir 3 perros más. Es muy importante que no le sobre mucho espacio, que se sienta protegido y recogido.

Observa como duerme y si lo hace estirado, enrollado o semienrollado. Así sabrás la forma de la cama que necesita. Las camas redondas son ideales para los perros que duermen enrollados, las ovaladas para los que disfrutan en posición semienrrollados y las cuadradas para los que cambian de forma durante el sueño.

Un iglú o caseta también suele agradar a nuestros perros, sobre todo a los más pequeños o miedosos. Ese aporte extra de protección hace que duerman y descansen doblemente.