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Filariosis y leishmania

Que no cunda el pánico

Ante la tremenda alarma que ha generado la publicación de La Voz de Galicia de hoy, 17 de agosto de 2020, con el titular La filariasis se multiplica en animales de A Coruña y puede saltar a personas y ante el constante sonar del teléfono durante el día de hoy, queremos enviaros un mensaje de calma.

No vamos a desmentir el artículo, ni mucho menos. Cada uno de los puntos tratado es correcto, con un, para nuestro gusto, toque de dramatismo que hace un flaco favor a nuestros animales.

Tampoco vamos a negar la posibilidad de que se hayan disparado los casos. Aunque nosotros, el grupo AniCura Canido Clínica Veterinaria, a día de hoy, no tenemos entre los clientes ningun caso diagnosticado.

Tenemos que añadir al artículo que, como bien se explica en la wikipedia, la filariasis constituye un grupo de enfermedades parasitarias en el humano y otros animales, y por lo general tropicales, causada por la infección de «filarias», nematodos del orden Spirurida, superfamilia Filarioidea, que son transmitidos en forma de larva o microfilaria a los vertebrados por un artrópodo, generalmente mosquitos de las familias Culicidae o Phlebotomidae o moscas de la familia Tabanidae, luego de lo cual las larvas se localizan adecuadamente para convertirse en adultos.

Aún así, lo correcto sería hablar de filariosis, en lugar de filiariasis cuando nos referimos a animales. La filiariosis o la enfermedad del gusano del corazón es una enfermedad parasitaria causada por un gusano denominado Dirofilaria inmitis que se transmite al perro y en menor medida al gato a través de la picadura de diversas especies de mosquitos en expansión en climas cálidos.

Por lo que, es mas probable que la larva del parásito que provoca la Filariasis sea transmitida a los seres humanos por la picadura de un mosquito infectado.

En la enfermedad interviene un mosquito que va a portar el parásito en sus órganos bucales, que es el que puede picar a nuestro perro o a nosotros mismos. A su vez, puede otro mosquito picar al perro infectado y contagiar así a más perros. Por lo que, no es posible que el perro nos contagie directamente la enfermedad, pero podríamos llegar a infectarnos si nos pica un mosquito parasitado. El perro actuaría como reservorio del parásito.

Como bien explican en Experto Animal, "Aunque en los humanos se supone infradiagnosticada y asintomática, en perros puede tener consecuencias muy graves, pues provoca grandes daños en órganos fundamentales como el corazón, los pulmones o el hígado, llegando incluso a la muerte."

La prevención es la gran aliada

Existen tratamientos que evitan que el mosquito pique a nuestros perros, así como antiparasitarios internos que evitan que el ciclo de este gusano se complete.

Es de vital importancia, como siempre recalcamos a todos nuestros clientes, la doble desparasitación mensual, donde es preciso desparasitar a los animales cada mes frente a la filaria y otras enfermedades, durante todo el año.

Como medida preventiva, un par de claves:

  • No pasear con los perros por donde haya agua estancada.
  • No dejar mucho tiempo el bebedero sin cambiar el agua.

Es precisamente en estos lugares donde pone el mosquito deposita sus larvas.

En resumen, mantén a tu perro desparasitado, es su mayor prevención. La tuya, que no te pique un mosquito infestado.

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perro enfermo

Leishmaniasis, un enemigo para nuestros perros

La leishmaniasis canina es una enfermedad grave causada por un parásito conocido como Leishmania Infantum.

Los mosquitos son los portadores de este parásito. Se infectan cuando pican a un perro portador del parásito y se lo transmiten a los siguientes perros que pican.

Los insectos transmisores de este parásito pertenecen al género Phlebotomus o Lutzomia.

En España, la época de más expansión va desde el final de la primavera hasta el final del otoño.

Puede darse el caso de que algunos animales contraigan la enfermedad y no presenten síntomas, es decir, que sean portadores asintomáticos durante determinado tiempo en función de su sistema inmune.

Se conocen dos tipos de leishmaniasis canina: visceral o cutánea. Siendo esta última la más frecuente, sus síntomas más comunes son:

  • Dermatitis con úlcera o pústula.
  • Alopecia.
  • Descamación, engrosamiento o despigmentación de la piel.
  • Necrosis en orejas.
  • Uñas frágiles y con crecimiento anormal.

En el caso de la leishmaniasis visceral, suelen mostrarse vómitos, diarreas, sangrado por la nariz o fiebre. En ambos tipos, tanto en la visceral como en la cutánea, puede presentarse pérdida de peso y apetito.

perro enfermo

Y nosotros… ¿Qué podemos hacer?

La mejor arma para luchar contra la leishmaniasis es la prevención, durante todo el año, y especialmente en las épocas en las que el parásito presenta una mayor proliferación.

Administrar la vacuna apropiada para combatir este parásito, administrar, de la misma forma, pipetas y collares que protejan a nuestro perro frente al parásito.

Tenemos diferentes herramientas que nos ayudan, de una manera fácil, a mantener a nuestro perro saludable. Pregunta a tu veterinario para informarte y, por supuesto, si tu perro presenta alguno de los síntomas anteriormente nombrados, no lo dudes, acude a tu veterinario, ya que una detección a tiempo, unos buenos cuidados y tratamientos permitirán a tu perro vivir felizmente durante mucho tiempo.