Enfadarme con mi perro
Llegas a casa y hay un pis en la cocina, o un arañazo en la puerta, o una almohada, alfombra o cojín roto… ¿Qué hacer, pero sobre todo, qué NO hacer cuando nos encontramos ante este tipo de situaciones en la conducta de nuestro perro?
Lo primero que debemos saber es que los perros aprenden por asociación. ¿Qué quiere decir esto?
Que si le riñes cuando llegas a casa y la almohada la ha roto tiempo atrás, el animal no entenderá absolutamente nada.
Y cuando decimos absolutamente nada, es eso.
Verás que el animal se pone en posición de sumisión, que agacha la cabeza y desvía la mirada… Y es en esos momentos cuando el dueño aprovecha para decir: “¡Mira qué bien me ha entendido! ¡Mira cómo sabe perfectamente lo que ha hecho!”.
No… De nuevo tenemos que decirte que esa frase que la mayoría de nosotros hemos pronunciado alguna vez no es cierta, en absoluto.
El animal, lo único que entiende, es que te estás enfadando con él. Pero no entiende el PORQUÉ.
Y como lo único que entiende es que te estás enfadando, reacciona enviando señales de calma y sumisión, para mitigar tu enfado. Pero, insistimos, no entiende el porqué del enfado. Solamente te ve a ti enfadado. Lo cual es algo difícil también para él, porque el perro intenta constantemente hacerse entender contigo, y en ese momento no lo está consiguiendo, de ahí que enviarte señales de calma y sumisión sea la única forma que tiene para tratar de terminar el conflicto.
Lo que nosotros debemos saber:
Cuando reñimos a un animal pasado un tiempo desde que sucedieron los hechos que nos han molestado, debemos ser plenamente conscientes de que el animal no está aceptando su culpa ni aprendiendo en absoluto de la situación, no porque no quiera, si no porque no lo entiende.
¿Es probable que, en algunas ocasiones y tras riñas de este tipo, el animal deje de hacer eso por lo que se le riñe? Es posible, pero debemos tener muy claro que, en estos casos, esos animales dejan de hacer lo que hacen movidos por el miedo o por su intención de no generar conflictos, no porque hayan entendido nada.
Entonces, ahora que sabemos esto… ¿Qué podemos hacer?
Lo primero que debemos sabes es que, como seres sociales, tanto perros como humanos utilizamos el enfado para mostrar nuestro desacuerdo ante determinadas situaciones. Pero debemos tener muy claro que, tanto en un grupo de humanos como en un grupo de animales, como en uno mixto, el enfado no es la base de la educación para el buen funcionamiento del grupo.
Nuestro perro se esfuerza, cada día, por saber lo que queremos de él, pues desea nuestro cariño, y eso nos hace plantearnos que debemos de ser justos a la hora de relacionarnos con él. Nuestras formas de comunicación son completamente distintas. Partiendo de ahí, una educación basada en el cariño, en el entendimiento, en correcciones puntuales y al momento, sin intimidar al animal, y en el refuerzo positivo, nos ayudarán a poder relacionarnos con él de la mejor manera.
En el blog hay varios post en los que diferentes expertos nos enseñan cómo convivir de la manera más saludable con nuestro perro, y también puedes pedir ayuda externa (veterinarios y educadores) ante situaciones que te sobrepasen.