Las espigas, un problema para nuestros perros
Las espigas suponen un problema en nuestros perros. Ocurre cada año con la llegada del buen tiempo y las salidas al campo, al monte..., o simplemente al jardín..., y supone una de las grandes pesadillas para nuestros perros.
Pero ¿qué es realmente la espiga? La espiga es una parte de las gramíneas en la que se alojan las semillas. Por su forma de lanza y, con punta afilada en el vértice y sus filamentos laterales, que se comportan como anzuelos o paraguas, tienen la facilidad para adherirse a casi cualquier superficie y ser complicada su extracción.
También, por esa forma alargada y estrecha, es más común de lo deseado, que se introduzcan en las orejas, la nariz e incluso en los ojos de nuestros peludos.
Conviene vigilar y evitar las zonas con espigas en la medida de lo posible.
¿Qué podemos hacer?
Estamos teniendo muchos casos de espigas clavadas o alojadas y es que, aunque parecen inofensivas, las espigas suponen uno de los motivos más frecuentes de consultas en el AniCura Canido Clínica Veterinaria estos días.
La prevención y la revisión son nuestros grandes aliados. La mínima molestia de nuestro perro es un buen indicativo de que algo no está bien. Una forma de caminar extraña, rascado con continuidad, nerviosismo y apatía son claros síntomas, después de un paseo o estancia en el campo, de que un cuerpo extraño puede estar generando esas molestias.
Acudir al veterinario cuanto antes es primordial para evitar que las molestias sean crónicas o se alarguen en el tiempo, principalmente cuando se alojan en los ojos, con el riesgo de perderlo o en los oídos, ya que es un enemigo invisible y silencioso que puede hacer muchísimo daño al conducto auditivo de nuestro perro.
Especial vigilancia en:
La zona interdigital, entre los dedos de nuestros perros, ya que es donde con mayor frecuencia se clavan las espigas. Si notamos molestias al caminar o que se lame con insistencia, tendremos que revisar los huecos entre los dedos, uno a uno.
Las axilas es una zona de piel más sensible y especialmente fina en donde es habitual también que se claven espigas.
Los ojos, es importantísimo acudir al veterinario cuanto antes, no intentaremos sacarla a no ser que esté muy visible.
La espiga se introduce detrás del párpado y es difícil de localizar. Si nuestro perro no puede abrir el ojo, es necesaria una intervención de un veterinario urgente. El tiempo es primordial ya que la córnea puede ulcerarse y es probable que pierda el ojo.
La nariz supone otro orificio complicado. Si notas que se frota o se rasca contra alguna superficie o con sus patas, es un indicativo de molestia u objeto incrustado. En ocasiones, el estornudo continuado es otro de los síntomas frecuentes.
Oídos, el orificio preferido de las espigas. La intervención rápida es fundamental para que la espiga no atraviese en tímpano. Si nuestro perro zarandea la cabeza, se rasca en la oreja o anda con la cabeza de lado miraremos el conducto auditivo y, si es visible y podemos extraerla con los dedos, la retiramos con suavidad. Nunca intentes quitar la espiga con unas pinzas caseras ya que en muchas ocasiones acaba siendo el peor de los remedios ya que acaba en la parte más profunda del oído o rompiendo en pequeños pedazos.
La vulva y el pene (prepucio generalmente), también son zonas en las que pueden clavarse o introducirse las espigas. En las hembras es más habitual ya que se agachan para orinar. Si se lamen o tratan de morderse o rascarse en la zona, conviene revisar que no exista sangrado o inflamación. Cómo en los anteriores casos, el tiempo es fundamental y conviene extraer antes de que se infecte el tracto genitourinario.
Estas son las zonas habituales, pero las espigas tienen la facilidad para clavarse o alojarse en cualquier lugar, como las encías o incluso atravesar la piel y alojarse en el interior del animal, o aspirar por la boca o nariz y alojarse en el pulmón.
Como en el caso de la siguiente foto, Oliver vino con una espiga en el oído. En AniCura Canido Clínica Veterinaria, estamos recibiendo estos días muchos perros con espigas clavadas o alojadas en el cuerpo. Por favor, evita las zonas de hierba, principalmente alta y seca, sobre todo con espigas. La prevención es siempre el mejor de los remedios.