Comida navideña para perros y gatos… ¿qué es peligroso para ellos?
Se acercan esas fechas en las que en muchos hogares que celebran esta tradición las mesas se llenan de comida más especial, recetas familiares o nuevos y diferentes platos.
A nivel culinario solemos salir de nuestra rutina a lo largo de esos días… Y nuestro perro o gato que anda cerca merodeando… Huele, ve y… ¿saborea? todas las delicias navideñas de nuestra casa. Esto no está mal de manera puntual siempre y cuando el alimento que le damos sea seguro para él, por lo que conviene saber qué alimentos pueden causarle, literalmente, un mal trago.
¿Qué alimentos típicos de estas fechas son dañinos para perros y gatos?
Alimentos que contengan huesos
Los huesos pueden causarnos más de un susto al ser un peligro potencial para nuestro animal a pesar de que nosotros lo veamos, en ocasiones, como un “pasatiempo” inofensivo con el cual entretenemos a nuestro perro o gato. Atragantamientos, oclusiones intestinales, así como problemas estomacales e intestinales graves o muy graves.
Dulces o chocolate
Distintos componentes del cacao son altamente tóxicos para nuestros animales, pudiendo incluso llegar a causarles un envenenamiento. La teobromina puede causar severos daños en el sistema nervioso del perro así como otros graves problemas en su salud. Dentro de los endulzantes, conviene recordar que el xilitol es también tóxico para nuestro perro.
Alimentos altamente especiados
No se recomiendan. La cebolla, el ajo… así como otros alimentos que usamos para dar sabor a nuestros platos pueden ser muy perjudiciales para nuestro perro o gato a nivel sanguíneo, por la toxicidad de algunos de sus componentes.
Alcohol
Todos lo sabemos de sobra y, se supone que una persona responsable jamás ofrecería alcohol a un animal. Pero aún así, no está de más recordar que el alcohol es altamente tóxico para perros y gatos. Problemas respiratorios o intestinales, convulsiones, fallos cardíacos o la muerte, es a lo que exponemos a nuestros animales con esta sustancia completamente dañina para ellos.
Y por último… Las uvas
Aunque los síntomas y la afectación varían según el animal, podemos afirmar que ni las uvas ni las pasas son recomendables para nuestro perro o gato debido a las consecuencias que su ingesta puede provocar: deshidratación, vómitos y en el caso más grave insuficiencia renal.
Que nuestro animal ingiera accidentalmente, o bien de manera puntual y en muy poca cantidad algún alimento no recomendado puede no originarle consecuencias o que éstas sean leves. Aún así, conviene recordar que cuando eso pasa debería ser un hecho puntual y si lo convertimos en una rutina, si aumentamos la cantidad o, simplemente, si en otra ocasión que le damos ese alimento el estado del animal es diferente ese día o en esa época de su vida, puede ocasionarle graves daños.
Disfrutemos junto a ellos de estas fiestas y reuniones haciéndolos partícipes con algún premio extra, eso sí, adaptado a sus características.
El pelaje tricolor… ¿exclusivo de las gatas?
La coloración del pelo de los gatos parte de tres colores: negro, blanco y anaranjado. Podemos ver gatos con uno solo de estos colores, varios, o un color resultante de la mezcla de alguno de estos tres.
Color y cromosomas
Los colores en los gatos están íntimamente ligados a los cromosomas.
En función de los cromosomas que se barajen los colores serán unos u otros (a excepción del color blanco, que es el único que no está ligado al sexo del felino).
Gatos y humanos coincidimos en esto: tenemos dos cromosomas sexuales, X e Y. Al igual que sucede con nosotros, la hembra transporta el cromosoma X y el macho puede transportar cualquiera de los dos. La combinación de estos cromosomas da como resultado una hembra (XX) o un macho (XY).
Entonces… ¿qué pasa con el tricolor?
Los gatos tricolores pueden ser de diferentes tonalidades y éstas presentarse en combinaciones diversas.
El tricolor se conoce popularmente como característica decisiva para definir el sexo de los gatos, siendo la mayoría de los tricolor hembras, pero también existen machos (aunque sean una minoría) que poseen tres colores.
¿Qué particularidad tienen los machos tricolor?
Estos gatos machos tienen tres cromosomas sexuales en lugar de dos, así, al poseer un cromosoma más tienen la opción de “conseguir” un color más, y ser así tricolor.
Esta característica, que no abunda, la origina el Síndrome de Klinefelter, un síndrome muy poco habitual. Como dato es curioso saber que los gatos que poseen esta característica suelen ser estériles.
Aunque tal y como hemos explicado la mayoría de tricolores son hembras, puede que a partir de ahora, cada vez que avistemos un gato tricolor… tengamos la duda.
Los gatos y el arenero
Es una realidad: por normal general, los gatos son más independientes y más limpios que sus compañeros los perros. Poniendo en comparación dos de las especies que más abundan en los hogares.
La limpieza es una de las grandes bondades de los gatos, alabada por la gran mayoría de personas que conviven con ellos. Todos tenemos en nuestra mente la imagen de un gato lamiendo y limpiando su pelaje, tapando sus deposiciones cuidadosamente en el arenero, siempre impolutos (cuando se les dan los cuidados necesarios).
Entonces… ¿Por qué hay gatos que no usan el arenero?
El motivo no es que estos gatos en particular sean diferentes a los demás de su especie. Cuando un gato no usa el arenero o no lo usa todo lo que debería, es siempre por alguna razón.
Pero… ¿cuáles?
Desde AniCura Canido Clínica Veterinaria os mostramos cinco supuestos que pueden originar esta situación, así como la manera más sencilla de solucionarlos.
El arenero
Conocemos muy bien esa cualidad tan característica de los gatos: sus marcados gustos y preferencias. Esto abarca la comida que les gusta, los lugares en los que beben, sus zonas de descanso y… sí, también el arenero.
Una de las razones por las que tu gato no usa el arenero puede ser, simplemente, porque no le agrade. También puedes probar a cambiar la localización del mismo.
Si tienes más de un gato, puede ser que no estés dejando a su disposición el número suficiente de areneros.
La arena
Como mencionábamos en el punto anterior: de nuevo los gustos. Tu gato tendrá preferencias por un tipo de arena u otra. Es cuestión de ir probando hasta que encontréis una que se adapte.
Es muy importante vigilar que la arena esté limpia. Un arenero con la arena sucia no es del agrado del gato, al igual que a nosotros nos gusta que el baño esté limpio… a ellos también.
Enfermedad
Una de las posibles señales de enfermedad del tracto urinario o digestivo es la falta de uso del arenero. Aunque no siempre se dará esta situación, si sospechas que este puede ser el motivo ponte en contacto con tu veterinario.
Territorialidad
El gato marca con su orina los lugares que considera suyos, es la manera en la que delimita su territorio.
Que el gato marque con orina fuera del arenero puede tener muchas otras causas (machos sin castrar que marcan con fines de procreación, marcaje sobre objetos nuevos en casa, estrés…).
Intentar mantener su arenero limpio y disponible, crear rutinas de comidas (así como una alimentación adecuada) y no alterar al animal, son puntos importantes para evitar esta conducta.
Si con el tiempo esto no se solventa y el gato sigue marcando la casa, sería adecuado consultar con tu veterinario o un educador felino.
Miedo
Experiencias anteriores en las que el gato haya sufrido estrés o pasado miedo en la zona en la que hace sus necesidades puede ser también una causa que lo lleve a evitar el arenero.
En este caso, sería conveniente cambiar el arenero y localización del mismo.
Paciencia y, en ocasiones, prueba y error, van a ayudarnos a que este comportamiento de nuestro gato se solucione poco a poco.
Los gatos y la leche
En innumerables películas hemos visto a los gatos disfrutar de un cuenco de leche (Shrek, Los Aristogatos, Gardfield…) así como en libros, cómics o anuncios de televisión.
Esto, junto con la creencia popular de que la leche es buena para los gatos (especialmente cuando son pequeños o están sin destetar) nos lleva a pensar que los gatos adoran la leche (es posible) y que, además, es muy buena para ellos (esto ya no es tan posible).
Los gatos y la leche
Los gatos sí toman leche: leche materna, únicamente durante el período de amamantamiento.
El cuerpo de los gatitos produce lactasa, una enzima que hace viable la tolerancia a la lactosa, o lo que es lo mismo, al azúcar de la leche.
El sistema digestivo va cambiando a medida que el animal crece y sus necesidades nutricionales no son las mismas en todas las etapas de su vida. Esto les sucede a los gatos y a muchas otras especies, incluida la nuestra.
A medida que crecen los cachorros van incorporando a su dieta la alimentación sólida y la madre, paulatinamente, va bajando su producción de leche.
Los gatitos crecen y la producción de la enzima llamada lactasa disminuye, lo que origina que su tolerancia a la leche disminuya. Esto, por supuesto, no quiere decir que deje de gustarles el alimento en cuestión, pero sencillamente deja de ser beneficioso para ellos.
¿Y si estoy al cargo de un gatito en periodo de amamantamiento?
Desgraciadamente, la tenencia irresponsable de animales por parte de algunos propietarios origina innumerables camadas no deseadas, con el consiguiente sufrimiento para la madre y sus cachorros.
En muchas ocasiones esas crías acaban en la calle o, con suerte, en alguna protectora.
Si estos animales proceden de una protectora con total seguridad el personal de la misma nos indicará cómo proceder a alimentarlos de la manera adecuada, pero si decidimos ayudar por nuestra cuenta a criar gatitos lactantes debemos saber que no es en absoluto recomendable alimentar a estas camadas con leche de vaca, ni siquiera rebajada con agua, ya que este alimento no les proporciona los nutrientes necesarios para la vida.
Afortunadamente hoy en día contamos con alimentos formulados específicamente para la cría de gatitos lactantes, un alimento que imita la composición y nutrientes de la leche de gata. Ese es el único alimento que un cachorro de gato debe tomar durante sus primeras semanas de vida.
Mi gato ya es adulto, ¿puedo darle leche de vaca?
No a todos los gatos les sienta la leche de la misma manera. Probablemente, si el gato ha ido consumiendo leche moderadamente a lo largo de su vida conseguirá tener una producción de lactasa más elevada (recordemos que ésta es la enzima que les ayuda a transformar los azúcares de la leche y a hacerla más digerible). Aún así, que esto suceda no significa que la leche sea saludable para ellos. Si la ingesta de leche no le sienta mal a tu gato, lo ideal es que se la ofrezcas de manera muy puntual a modo de golosina y en cantidades pequeñas.
Por otro lado, están los casos más comunes: gatos que no son capaces de digerir correctamente la lactosa de la leche.
Resumiendo…
Los gatitos lactantes deben criarse con fórmulas específicas que cubrirán sus necesidades nutricionales.
Los gatos adultos no deben consumir leche de ningún tipo como alimento principal o habitual, pues su sistema digestivo no está preparado para recibirla.
La leche, a nivel nutricional, no les aporta ningún beneficio ni valor añadido, sería algo más parecido a una golosina.
La importancia del rascado felino
El rascado felino es una conducta natural, importante y necesaria, que se inicia a partir de la quinta semana de edad y continua durante toda la vida, por lo que, es vital que tu gato disponga de una superficie adecuada para rascar.
Rosario Galtier Vallejo, DVM, MSc Etología clínica y bienestar animal, del Centro de Referencia en Medicina del Comportamiento Animal, ha publicado recientemente un artículo en la web del Grupo de Especialidad de Etología Clínica (GrETCA) de la de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) en el que expone la vital importancia del rascado felino.
Rosario recalca "El rascado es una necesidad etológica felina fundamental, lo que significa que es una conducta indispensable para el bienestar de nuestros gatos. Por ello, se debe permitir que marquen el territorio con sus uñas. Sin embargo, con frecuencia la conducta de rascado es uno de los motivos principales de quejas respecto a la convivencia con gatos, sobre todo cuando el rascado se dirige hacia los muebles de la casa."
¿Qué pasa cuando rascan?
Es en la quinta semana de vida cuando el gatito empieza a adoptar la conducta de rascar. A partir de ahí cuando el rascado comienza a formar parte de su lenguaje, en concretamente de la comunicación visual y olfativa. De las glándulas interdigitales deposita mediante el rascado la feromona interdigital con la que marca su territorio. Constituye por lo tanto una señal de identificación olfativa y también visual por las marcas del rascado de gran valor para regular las relaciones sociales felinas.
Además de marca, con el rascado mantienen sus uñas en buen estado, parte fundamental tanto para la caza como para trepar, escapar y/o defenderse. A todo esto, teneos que sumar la importancia del estiramiento corporal y de tonificación muscular en el momento del rascado.
Por tanto, las funciones del rascado felino pueden resumirse en:
- Marcaje de territorio.
- Mantenimiento de uñas.
- Tonificación muscular.
¿Dónde colocamos el rascador?
Los gatos que viven en la naturaleza sitúan sus marcas en las zonas centrales del territorio, por lo que no es buena idea tener el rascador en una habitación separada del centro o escondido en una habitación. Es probable que sienta la necesidad de marcar en una zona mas abierta y central, como puede ser el sofá, un marco de la puerta o un armario.
Por lo general, el rascador se colocará en el centro territorial del gato o en la habitación donde más tiempo pasa y cerca de su lugar habitual de descanso ya que la conducta de rascado generalmente aparece después de esos periodos de descanso.
Hay que permanecer atentos y observar donde el gato quiere rascar, es precisamente en esa zona donde se recomienda colocar un rascador. En este sentido Rosario Galtier señala, “Una vez entendida la necesidad de favorecer la conducta de rascado de nuestro gato, debemos ayudarles a redirigir dicha conducta hacia objetos o elementos apropiados, sobre todo si queremos evitar arañazos en los muebles de la casa”.
Pero, ¿Qué rascador es recomendable?
Galtier nos da unas pautas a seguir para seleccionar el rascador ideal para nuestro gato entre la gran variedad de rascadores comerciales o hacerlo de manera artesanal. “Lo importante es conocer las preferencias de nuestros gatos y buscar aquellos rascadores que mejor se adapten a ellas. Sin embargo, pese a las preferencias individuales, existen algunas características generales para tener en cuenta y que nos pueden ayudar a seleccionar un buen rascador”.
Entre los factores a tener en cuenta a la hora de elegir un rascador destaca la estabilidad, el material, la orientación y el tamaño:
Estabilidad
Un rascador firme, que no se mueva y le permita rascar con fuerza. "Además, los gatos más temerosos podrían asustarse", asegura.
Material
Sabemos que las superficies preferidas de los gatos son la cuerda, el cartón, la madera o superficies como la moqueta. Podemos ofrecer una rascador con variedad de materiales. Importante disponer las fibras en sentido vertical ya que así facilitará el rascado y será una forma de que a nuestro gato le resulte más atractivo.
Orientación
Cómo en el caso de la disposición de las fibras, la gran mayoría de gatos prefieren los rascadores verticales. Sin embargo, algunos gatos prefieren rascar en superficies horizontales o inclinadas.
Tamaño
A los gatos les gusta dejar marcas en zonas altas, por lo que el rascador de buen tamaño le resultará más atractivo.
Una buena medida es que, al menos, la superficie a rascar sea mayor que la longitud de nuestro gato con las patas estiradas. Esto facilita la comodidad para rascar y sobre todo la tonificación muscular al realizar los estiramientos después de los descansos.
¿Uno o más rascadores?
Tal y como señala la experta, podemos tener varios rascadores que cubran las tres funciones de la conducta de rascado felino: "Podemos tener varios rascadores, cada uno para cubrir una función diferente. Asimismo, podemos elegir un modelo concreto en función del objetivo que queramos cubrir y del espacio que tengamos en nuestra casa. Por ejemplo, las torres con rascador permiten que los gatos duerman en la zona alta y, al despertar, se rasquen en la parte de abajo. Si no tenemos espacio en el salón para colocar una torre para gatos y a nuestro gato le encanta dormir en el sofá, podemos colocar rascadores planos en los laterales del sofá”, señala.
Mi gato rasca por todas partes menos en el rascador
En ocasiones el gato no marca en el rascador que le colocamos o incluso deja de hacerlo en su rascador habitual para extender el rascado por otras zonas de la casa, incluyendo los muebles, el sofá, etc. Tenemos que observar la conducta de nuestro gato y ver que es lo que ha cambiado. En ocasiones esta conducta nueva indica un estrés. También algunas de estas conductas vienen generadas por problemas en la interacción social entre gatos, cuando conviven varios gatos en el mismo territorio e incluso cuando detectan gatos alrededor de su territorio. Es importante observarlo y detectar si han aumentado las conductas de rascado de superficies e incluso de marcaje con orina.
Ojo a la persecución cuando rasca en lugares inadecuados!, el gato interpreta que rascar en determinados lugares tiene como consecuencia una mayor atención hacia el. que lo persigamos y juguemos con el.
¿Qué hacemos para evitar que siga rascando donde no queremos que lo haga?
Primeramente limpiar la zona a ser posible con detergentes enzimáticos. Un detergente enzimático es un producto que combina agentes limpiadores con enzimas que contribuyen a eliminar determinados microorganismos.
Al gato no le gusta rascar en papel de aluminio ni en plástico, podemos cubrir la zona con alguno de ellos para que deje de resultarle atractiva la zona de rascado.
Evitamos también el castigo y facilitamos la conducta de rascado añadiendo rascadores adecuados, a poder ser, cerca de los lugares donde tiende a rascar.
Para favorecer el uso de los rascadores podemos utilizar el catnip o hierba gatera (también conocida como menta de los gatos o albahaca de gatos) que es la planta de la que se enamoran dos de cada tres gatos, cuando perciben su intenso olor mentolado.
Otra técnica que ha demostrado efectividad es la de pintar con un rotulador líneas verticales sobre el rascador.
Si después de todos estos consejos y técnicas todavía detectas un comportamiento extraño, es probable que el gato tenga un problema no relacionado con todo lo anterior. Te aconsejamos acudir a un veterinario que examine a tu gato.
En Canido veterinario contamos con Estefanía Rubirosa, nuestra veterinaria especialista en medicina felina que estará encantada de revisar al felino para averiguar las causas de su comportamiento y aportar soluciones para el bienestar del animal.
Más información sobre Rosario Galtier y el Grupo de Especialidad de Etología Clínica (GrETCA) en https://gretca.com/
Los beneficios de vivir con un gato
Convivir con un animal está lleno de beneficios.
Un gato, un perro o cualquier otro animal del que nos encarguemos a través de un cuidado responsable nos brindará a nosotros, siempre, mucho más de lo que le damos (un hogar, comida y cuidados).
Desde AniCura Canido Clínica Veterinaria os mostramos un puñado de razones por las que convivir con un felino está lleno de ventajas.
Ahí van!
El ronroneo.
Diferentes estudios confirman que ese sonido tan característico de los gatos es beneficioso para nosotros y nos ayuda a relajarnos.
Calman nuestro sistema nervioso.
Compartir tiempo con tu gato calma el estrés y nos entretiene de una forma muy positiva.
Convivir con un animal como un gato y pasar tiempo con él (jugando, acariciándolo u observándolo) nos mantiene centrados en el presente y este pequeño detalle es fundamental para apartar nuestra mente de la vorágine del día a día.
Nos ayudan a superar estados anímicos poco deseables.
La ansiedad y la depresión están a la orden del día debido al sistema en el que vivimos. Los animales, y en este caso que nos concierne los gatos, ayudan a sus dueños a mantener una rutina, a cuidarlos y a interactuar con ellos. La tranquilidad que irradian los gatos y los cuidados que deben darles sus dueños hacen de ellos un compañero perfecto para ayudar y animar a aquellas personas que no pasen por un buen momento.
Nos ayudan a paliar la soledad.
Otro gran mal de nuestro siglo, que de nuevo los animales nos ayudan a sobrellevar. Nuestro estilo de vida y sociedad son propicios a que cada vez más personas sufran de soledad.
El amor incondicional de los gatos, su presencia tranquila, la convivencia con ellos… Todos estos aspectos han originado que diferentes estudios (así como el centro americano de prevención de enfermedades) los recomienden como nuestros mejores aliados.
Como podemos ver, ellos siempre nos darán mucho más de lo que podemos darles nosotros. Es nuestro deber cuidarles como merecen, para que ellos puedan seguir regalándonos todos sus beneficios.
Cuidados felinos durante el otoño
Sí, sabemos que aún quedan unos cuantos días de verano y hay que aprovecharlos al máximo, pero es una realidad que el otoño está a la vuelta de la esquina. Por este motivo, desde AniCura Canido Clínica Veterinaria os traemos unos cuantos consejos sencillos para no descuidar el bienestar de tu gato al comienzo de la nueva estación.
Cuida su pelaje
Es probable que durante el otoño tu gato haga una muda de pelo, por lo que una buena higiene y cepillado nos ahorrarán mucho trabajo a la hora de limpiar pelo por la casa y él ganará en comodidad.
Bolas de pelo
Debemos prestar especial atención a las bolas de pelo que ingiere el gato como resultado de acicalarse, que serán probablemente más numerosas en las épocas en las que se produce la muda.
La lengua rugosa de los gatos funciona como un “peine”, arrastrando con ella el exceso de pelo muerto. Estas bolas de pelo normalmente se eliminan con las heces pero, en algunas ocasiones, pueden provocar vómitos o causar problemas intestinales
Un cepillado adecuado, una alimentación apropiada y, quizá, el uso de malta, pueden ayudarnos y ser unas fabulosas herramientas a la hora de cuidar este aspecto de nuestro animal.
Llega el frío
Observa la temperatura de tu hogar porque, aunque tú pases menos tiempo en casa, puede ser que tu gato necesite ya una mantita o algún complemento que suela utilizar en las estaciones frías.
No descuides el ambiente
Poco a poco se va notando: las horas de luz menguan, el brillo del sol ya no es tan intenso… Si nosotros podemos sentirlo, ellos también. Con el cambio de estación es probable que paulatinamente retomemos nuestra rutina (trabajo, obligaciones varias, vuelta al cole, actividades…) y pasemos algo menos de tiempo en casa en comparación con el período vacacional.
Para que estos factores no perjudiquen el ambiente casero en el que vive tu gato, trata de mantener unas buenas condiciones de luz en tu hogar: no cierres las persianas o cortinas a cal y canto, permite que tu felino pueda aprovechar las horas de luz aunque tú no estés en casa con él.
Y al llegar a casa… No te olvides de que existe, a pesar de haber vuelto a tus preocupaciones, rutinas y ajetreos diarios. Ellos siempre están ahí, esperándonos.
Cómo detectar el dolor en gatos
En ocasiones es difícil para el propietario saber si su gato tiene dolor. El dolor en gatos no se manifiesta de manera evidente, pero mandan señales que debemos saber reconocer:
- Cambio de carácter. Los animales sociables intentarán huir mientras que lo más ariscos reaccionaran de una manera muy agresiva
- Postura. El animal tiende a proteger la zona dolorida. Normalmente evitan que los movamos, presentaran los ojos semicerrados, orejas hacia atrás…
- Abandono de aseo. El animal deja de asearse. En ocasiones puede parecer que se asea pero simplemente está lamiendo la zona dolorida, generalmente con demasiada frecuencia en una zona en concreto, dejando el resto del cuerpo sin aseo.
- Dejar de comer. Reducción de consumo de comida y agua hasta el punto de dejar de comer por completo.
El laboratorio Steagall, conformado por un equipo de veterinarios de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Université de Montréal, ha desarrollado la Feline Grimace Scale. Unas pautas e indicativos faciales para detectar síntomas de dolor en nuestros gatos.
La Feline Grimace Scale fue desarrollada usando videos de gatos con dueño, con y sin dolor, que se atendieron en el Hospital Veterinario Docente (CHUV – Centre hospitalier universitaire vétérinaire) de la Facultad de Medicina Veterinaria, Université de Montréal.
Obesidad en gatos
La obesidad en los gatos no es una característica ES UNA ENFERMEDAD!!!! (el famoso gato Garfield estaba muy enfermo) hasta un 52% de los gatos tienen sobrepeso o son obesos.
Un sobrepreso puede generar patologías asociadas como cistitis idiopáticas, osteoartrosis, diabetes mellitus, lipidosis hepática, alteraciones respiratorias...
Si crees que tu gato tiene sobrepeso te daremos pautas y te ayudaremos a cambiar el estilo de vida de tu mascota.
Las causas más comunes de que tu gato tenga sobrepeso son:
- Poca actividad (sedentarismo). Juega con tu gato o haz que realice actividad física.
- Sobrealimentación.
- Mala alimentación o alimentación inadecuada.
- Esterilización.
- Genética.
- Desequilibrios hormonales.
- Fármacos.
Dolor crónico en gatos (osteoartritis)
¿Sabías que alrededor del 90% de los gatos mayores de 7 años pueden tener artrosis?
La osteoartritis en gatos es una enfermedad muy frecuente pero muy poco diagnosticada, porque a diferencia de los perros la artrosis en gatos no produce cojera.
Los signos que pueden manifestar son los cambios en el comportamiento o en sus rutinas, como por ejemplo: dejar de jugar, no subir a las alturas donde antes si subía, o pensar pensárselo bien antes de subir. También les puede molestar que los cojas en brazos o que les acaricies.
Es una patología crónica, progresiva y muy dolorosa, por eso es tan importante realizar chequeos geriátricos con radiografías para poder detectar la enfermedad.